Epistolario by Marco Cornelio Frontón

autor:Marco Cornelio Frontón [Frontón, Marco Cornelio]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Otros
editor: ePubLibre
publicado: 0176-01-01T00:00:00+00:00

10Esta nueva forma de preterición no ha sido utilizada por ningún otro, que yo sepa. En efecto, manda leer las tablillas y que se pase de largo lo que ya se ha leído.

También tú hiciste una cosa nueva, puesto que el comienzo de tu discurso lo dispusiste con esta figura. Estoy seguro de que en tus discursos harás así muchas otras cosas nuevas y extraordinarias, ¡de tan excelente ingenio estás dotado por naturaleza!

160

(? a. 162. - II, 46-52)

⟨A mi señor⟩:

*** Tal vez sea justo lo que me ordenas, pero ya es tarde: y es que, en realidad, los años no toleran todo lo que la razón pretende *** ¿O es que vas a obligar tú a un cisne en su último canto a que imite la voz de las cornejas? con un espíritu contrario, ¿me obligarías tú a que yo me esforzase «contra natura», contra corriente, como suele decirse? ¿Y qué, si alguien pretendiese que Fidias esculpiese obras recreativas, o Cánaco estatuas a los dioses, o Calamis crease obras con un arte sutil, o Policleto lo hiciese con habilidad?[459]. ¿Y qué, si obligase a Parrasios a pintar mezclando colores, a Apeles usando colores únicos, a Nealce obras grandiosas, a Protógenes cosas diminutas, a Nicias obras tenebrosas, o a Dionisio luminosas, a Eufranor temas licenciosos y a Pausias composiciones austeras?[460].

2En cuanto a poetas, ¿quién no sabe que Lucilio es sutil, rudo Albucio, Lucrecio sublime, Pacuvio mediocre, desigual Acio y Enio multiforme?[461].

La Historia también la escribieron, Salustio, con una estructura perfecta; Píctor, sin elegancia; Claudio, de forma agradable; Anciate, sin gracia ninguna; Sisena, de forma prolija; Catón, con términos de múltiples sentidos; Celio, con términos de una sola acepción[462].

Catón habla ante el pueblo de forma ruda. Graco lo hace con vehemencia. Tulio, con abundancia de estilo. En los juicios, ese mismo Catón se encoleriza, Cicerón sale triunfante, Graco mete ruido, Calvo se querella[463].

3Pero tal vez condenes estos ejemplos. ¿Y qué? ¿Es que los propios filósofos no hicieron uso de formas de expresión variadas? Zenón era completísimo a la hora de enseñar; Sócrates era muy agudo en las argumentaciones al contrario; Diógenes, muy rápido en las objeciones; Heráclito, capaz de envolver todo en obscuridad; Pitágoras, excelente en tratar todo como cosas sagradas sirviéndose de simbolismos ocultos; Clitómaco, ambiguo, por nombrar todo con formas dudosas[464].

Pues bien, ¿qué harían esos sapientísimos hombres si cada uno fuese sacado de sus costumbres habituales? ¿Que no refutara Sócrates, que Zenón no disputara, que Diógenes no expusiera pruebas en contra, que dejara de sacralizar todo Pitágoras, que Heráclito no presentara nada de manera obscura, que Clitómaco dejara de exponer alguna cosa de forma dudosa?

Pero, con el fin de no entretenernos en esta primera 4parte más tiempo de lo que pide la extensión de una carta, hora es de hacer consideraciones, en primer lugar, sobre lo que piensas de las palabras.

Dime una cosa, por favor, ¿acaso piensas que aunque me viniesen a la mente palabras bastante elegantes, sin esfuerzo alguno y sin intervención por mi parte, deberían ser despreciadas y

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